¿Cuándo es considerada febrícula y qué debemos saber al respecto?
La febrícula, también conocida como fiebre leve, es un término médico utilizado para describir un aumento ligero de la temperatura corporal que generalmente se sitúa entre los 37.5°C y los 38°C. Aunque no es una fiebre alta, puede ser un indicador de que el cuerpo está combatiendo una infección o afrontando un proceso inflamatorio. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la febrícula, cuándo se considera, cómo medirla, sus posibles causas, el tratamiento recomendado y cuándo es necesario consultar a un profesional de la salud.
¿Cómo se mide la febrícula?
La febrícula se mide utilizando un termómetro. La temperatura axilar es la forma más común de hacerlo en casa. Se coloca el termómetro debajo del brazo y se espera el tiempo necesario para obtener una lectura precisa. También se puede medir la temperatura oral o rectal, aunque estas últimas son menos utilizadas para detectar febrícula debido a que son más precisas para medir fiebres más altas.
Posibles causas de la febrícula
La febrícula puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones virales o bacterianas, reacciones a medicamentos, vacunas, exposición a temperaturas extremas, estrés emocional, enfermedades autoinmunes, entre otros. Es importante tener en cuenta que la febrícula puede ser un síntoma de algo más serio, por lo que es crucial prestarle atención y, si es necesario, buscar atención médica.
Infecciones virales o bacterianas
Las infecciones son la causa más común de la febrícula. Las infecciones virales como el resfriado común, la gripe, la infección por el virus de Epstein-Barr (mononucleosis) o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) pueden desencadenar febrícula. De manera similar, infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica, la infección del tracto urinario o la neumonía también pueden causar febrícula.
Reacciones a medicamentos o vacunas
Algunas personas pueden experimentar febrícula como reacción a ciertos medicamentos o vacunas. En estos casos, es importante hablar con un profesional de la salud para determinar si la febrícula es una reacción adversa que requiere atención médica o si es un efecto secundario temporal.
Exposición a temperaturas extremas
La exposición prolongada a temperaturas extremas, ya sea frío o calor, puede desencadenar febrícula. En el caso del calor, la deshidratación también puede ser un factor contribuyente.
Estrés emocional
El estrés emocional y la ansiedad pueden desencadenar la febrícula en algunas personas. El cuerpo reacciona al estrés liberando hormonas que pueden causar un aumento leve de la temperatura corporal.
¿Cuándo es necesario buscar atención médica?
Si bien la febrícula en sí misma no suele ser motivo de alarma, hay ciertas situaciones en las que es necesario buscar atención médica:
- Si la temperatura sigue aumentando y alcanza los 38°C o más.
- Si la febrícula persiste durante más de 24 horas.
- Si se presentan otros síntomas preocupantes, como dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, rigidez en el cuello, convulsiones, entre otros.
- Si la febrícula se presenta en un niño o un adulto mayor.
En estas situaciones, es importante buscar la evaluación de un profesional de la salud para determinar la causa subyacente de la febrícula y recibir el tratamiento adecuado.
Tratamiento recomendado
El tratamiento de la febrícula dependerá de la causa subyacente. Si la febrícula es el resultado de una infección, es posible que se requiera tratamiento con medicamentos antipiréticos, como el paracetamol o el ibuprofeno, para ayudar a reducir la temperatura corporal y aliviar el malestar. En otros casos, como reacciones a medicamentos o vacunas, puede ser necesario suspender el medicamento o buscar alternativas.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la diferencia entre febrícula y fiebre?
La diferencia principal entre la febrícula y la fiebre radica en la magnitud del aumento de la temperatura corporal. Mientras que la febrícula se define como un aumento leve de la temperatura, generalmente hasta los 38°C, la fiebre implica un aumento más significativo, por encima de los 38°C.
¿Debería preocuparme si mi hijo tiene febrícula?
La febrícula en los niños suele ser común y, en muchos casos, no es motivo de preocupación. Sin embargo, es importante monitorear a su hijo y buscar atención médica si la febrícula persiste, si se presentan otros síntomas preocupantes o si su hijo muestra signos de malestar significativo.
¿Es seguro tomar medicamentos para reducir la febrícula?
Los medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ser seguros y efectivos para reducir la temperatura corporal en casos de febrícula. Es importante seguir las indicaciones del médico o las instrucciones del prospecto y no exceder la dosis recomendada.
Reflexión
La febrícula, aunque suele ser un síntoma leve, puede ser un indicador importante de que algo está ocurriendo en el cuerpo. Es fundamental prestar atención a las señales que nos brinda nuestro organismo y buscar ayuda médica cuando sea necesario. La febrícula en sí misma rara vez es peligrosa, pero puede ser un signo de una condición subyacente que requiere atención. Mantenerse informado y conocer cuándo es necesario buscar atención médica es crucial para cuidar nuestra salud y bienestar.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a ¿Cuándo es considerada febrícula y qué debemos saber al respecto? puedes visitar la categoría Fiestas.
Deja una respuesta
¡No te pierdas esta otra información!